lunes, 25 de agosto de 2014

¿Quién es Dios?


Ayer mientras corría, mientras mil cosas ocupaban mi mente, me detuve a ver la luna, estaba tímida y opaca, ella mi confidente, mi amada luna, por alguna razón recordé aquella conversación con mi hijo hace unos meses, (quien lo conoce sabrá que sus cuestionamientos van mas a allá de preguntas inocentes de un niño de 4 años); el terminaba de rezar en la mesa y de pronto pregunto: quien Dios? Yo subestimandolo respondí, es quien creo todas las cosas, y recordando el catesismo agregue: debemos respetarlo haciendo cosas buenas, porque el todo lo ve y se pone triste si nos portamos mal... 

Sin pensarlo dijo: como se da cuenta? como sabe uno si hace algo malo?, con propiedad respondí: mamita te enseñara la diferencia entre el bien y el mal y así Diosito estará feliz contigo! nuevamente interrumpió, Dios le dice a las mamás o que es bueno y ellas le cuentan si los niños se portan mal? Dios castiga a los niños? 
Como explicarle que no es tan obvio, que por alguna razón sabemos desde pequeños que esta "bien", que a diario uno se cuestiona como DIOS. espera que uno atraviese por mil situaciones dolorosas para hacer cumplir su "voluntad", como el espera que entendamos que el ser humano es culpable de la injusticia y del pecado y que el no puede evitarlo, como explicarle a un niño de preescolar que Dios nos ama pero nos deja sufrir, nos separa de la gente, nos hace sentir vulnerables en el mundo que creó para nosotros, como explicar eso cuando yo frente a la luna de esta noche tan particular me pregunto: en realidad quien es Dios? espero que pasen muchos años antes de que me pregunte por el destino y la soledad.

viernes, 22 de agosto de 2014

Algo que contar...


Tengo 25 años, separada, madre de un niño de 3 años y medio, administradora, aspirante a corredora de atletismo y amiga de un gato castrado, manchado de unos 7 años.
Los días se me escabullen, los reparto en mañana de desayuno, planchada, y trabajo en una MUY laboriosa oficina, las tardes son de más trabajo, entrenamiento (si no llueve) y Universidad, terminando de noches de arrullo al enano, todo el día esperando salir con todo lo que me parece importante, casi siempre lo logro, pero cuando no completo alguna tarea eso si me pone de mal humor.
En las mañanas buenas, las cosas me van saliendo como las había planeado: me encuentro con el bus a tiempo, sin presas, el de la basura espera paciente por la bolsa que no saque a tiempo, el del pan es amable y sonríe, el tiempo me alcanza para cumplir con la entrega de mi trabajo y la mayoría de mandados, el gato no se hizo una gracia, y Sebastiancito se comió todo el almuerzo.  A veces la suerte es tanta que logro llegar por la torta de arroz a la Leandro sin que se me colen otras viejitas más rápidas y antojadas que yo.
Oros días no son de tantísima suerte y corro de un lado al otro, con la cabeza llena de pájaros y la sensación de ir dejando todo a medias y mal hecho.
Pero aún en las peores jornadas, tengo alguien con quien puedo contar para mejorar mu calificación del día: mi hijo, que me hace reír tarde o temprano, lo más emocionante es que esos chispazos vienen acompañados del factor de lo impredecible, me deja estupefacta y preguntándome de dónde saca tanta información, pero la regla es que me deja a veces riendo a carcajadas, y otras solo para mis adentros porque me cuenta todo tan serio que si me río, fijo se resiente.
Cada madre sabrá  que cuentos le trae su hijo y cada una lo apreciará a su manera, ya sea sonriendo despitada o volviendo los ojos al cielo.
Yo agradezco los cuentos de mi hijo infinitamente, porque son su manera de compartir conmigo ese cristal por el cual ve el mundo y tengo que admitir que su cristal es, por mucho, mejor que el mío.

Lo que digo es que si todas las mamás ocupadas de este planeta tuviéramos la misma capacidad de asombro de un niño, hasta el más agotador de nuestros días se volvería extraordinario.

jueves, 21 de agosto de 2014

Y que putas quiere el ser humano?

Después de consumir un "tsunami" de serotoninas y endorfinas (dos chocolates hersheys con dos tazas de café!), me encuentro de nuevo en el dilema: Que p... quiere el ser humano???? .

Y es que es un poco difícil determinar si es un asunto de esta personalidad compleja y paradójica que siempre me ha caracterizado o si podría generalizar afirmando que soy un "artista torturado", o es el simple hecho de evitar el hábito o la rutina.

Confieso que esto de tener mucha imaginación tiene como consecuencia una mente caótica,  la inspiración y las ideas vienen sin más, y luego, cuando más las necesito, no aparecen; mi parte emocional se independizó hace un tiempo de mis procesos de pensamiento, es más creo que se pasó de casa, porque hace unas semanas que no se de ella, se cansó de esta multitud de rasgos, comportamientos impulsivos e influencias sociales cuestionables.

Hay una edad para cada cosa, mi mamá siempre decía que sus hijos quieren vivir a mil por hora y que se brincan las etapas como si se tratará de rayuela, es cierto, ayer mi hijo dijo que quería un transformes para el día del niño y yo pregunte: porque no para navidad, y me dice: falta mucho de aquí a eso se me ocurre otra cosa, así que en 4 meses leeré este post y veré si en diciembre voy a desear lo que quiero hoy 21 de agosto, y luego dentro de unos años reíre de ambos deseos...

Eso quiere el ser humano, vivir el momento y no esperar por ello.